Dolores punzantes atacan de sorpresa un longevo corazón.
Contemplar cómo tantas primaveras pesan y se detiene la respiración;
infausto ver cómo la piel marchita y sucumbe en un lívido dolor;
discernir cómo el tiempo es ahora el rival que acabará con esta aflicción.
Hasta hoy no profeticé que la vida pudiese partir de este edén,
es casi media noche y cabe resaltar cómo ahora todo llega a su final.
En esta despoblada noche fallezco en silencio y sin nadie con quién llorar,
hasta un mísero ladrón me podría auxiliar en esta compleja posición de soledad.
Cuán tremenda es la angustia, creo que del pecho saldrá sangre sin control,
triste es que la vida se torna bella cuando el túnel muestra una luz en su interior,
ahora el sol esta presto a despuntar y mis ojos no verán un nuevo despertar,
la vida me cobra tantos corazones que hurté en mis años como galán.
Mis ojos pierden lentamente su color, mis labios yacen resecos sin sabor,
muero sin previa confesión, imagino que la eternidad será en llamas y calor.
Lamentable es contemplar cómo los mejores años los robó una mujer que ya no está,
abandono este mundo sin saber lo que realmente es conocer un compañero fiel.
El doliente corazón late cada vez más lento y se tiñe de un tétrico color,
sucumbo en el cabezal del lecho donde por mucho tiempo reposó mi cuerpo:
mi piel tiende a empalidecer, siento un desmesurado frío que congela todo mi ser,
la flama de mi subsistencia esta presta a extinguirse sin nada que perder.
¡He muerto! ahora soy solo un cuerpo dormido que jamás fue querido,
una triste alma que deambula entre vivos queriendo retomar lo vivido,
hablo a través del dolor, desearía vivir nuevamente y conocer el amor.
Entre sombras y oscuridad es el cruel destino que viviré una eternidad,
así es la vida y así es la muerte, cambia tu vida para no morir en silencio.
Copyright 2013-03-08 Alejo is FeniX