Debería odiarte pues no valió la pena conocer a una vil persona como tú,
el corazón que antes era fuerte y esclavizado hoy tristemente es carne gris.
Todo muestra su verdadera forma y cada cabo se articula por primera vez,
el ingenuo que solía ser por tus dulces promesas murió con la verdad a sus pies.
Debería odiarte y jamás permitir que un falso amor sea un tema por restablecer.
Te encuentras tan lejos de mi ser, que ni tus fotos ejercen en mí algún poder;
Ahora, por ti, veo la vida sin los hermosos matices que llenan un corazón fiel,
ya que tarde comprendí que no debí amar a alguien que solo me haría enloquecer.
Debería odiarte, ya que llevaré conmigo el resto de mis días tu pecado errante,
atraparte en tu engaño fue solo el motivo para fingir y mentir para luego justificarte;
sangraré de dolor al recordar el pasado ya que tu traición me dejó destrozado,
guardarte rencor no es una opción ya que Dios siempre retribuye al malvado.
Debería odiarte, más aún siento que es imposible renunciar a aquel sueño pasado.
No maldigo el día que te conocí, ya que finalmente descubrí que no eras lo soñado,
lastimosamente no eres la misma que algún día prometí que jamás le dejaría ir,
tu infamia llegó a un límite donde lastimaste un corazón que era demasiado feliz.
Debería odiarte ahora que tengo cordura y obré sin arrepentirme en el acto,
tristemente en mi alma se ha anidado un terrible dolor y un gran calvario,
mi pecho solo abriga la herida de amor que me quedó por tu descarado acto,
con gran tristeza y un hondo dolor veo cómo todo el pasado muere en tus manos.
Debería odiarte, pero la verdad no soy tan fuerte para despreciarte otra vez,
tu ausencia es un vació, un temor inmenso que me aflige por no volverte a ver,
lástima que nacieras solo para mentir, te salió mal el juego y ahora te descubrí,
otro amor me curará, ya que hasta al fuego por ti me lancé varias veces sin titubear.
Debería odiarte, ya que algún día te entregué el corazón y solo pagaste con traición,
sí un sincero perdón esperas de mí, la verdad, te lo concedo si eso te hace feliz.
En la vida, los verdaderos amores solo se experimentan la primera vez.
Debería... pero no lo haré, cómo odiar a alguien que siempre me ha colmado de placer,
cómo decirle adiós a un ser que cometió un error, pero que se arrepiente de haber sido infiel,
sí siempre hubiese sido un monje este poema sobraría; ya que no habría indignación
si te hubiera valorado más, este suceso jamás hubiese sido un tema a registrar.
Copyright 2012-09-21 Alejo is FeniX
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