Te quiero con delirio, te adoro con pasión,
te venero con demencia y te amo con devoción,
sé que mi suplicio es idolatrarte sin condición,
varias veces de mi vida te has marchado sin razón,
dejándome solo y con amplias llagas en el corazón.
No me arrepiento de amarte con todo mi corazón,
de las innumerables lágrimas que he derramado por vos,
más me resultan tus mentiras peor que la traición.
Sinceramente no te guardo algún rencor,
solo me duele saber que fuiste de otro en un colchón,
en cambio, yo, pasaba las noches esperando tu perdón.
Tal vez encontraste en sus ojos, los míos, por la similitud del color;
quizás un cuerpo fuerte, no como el mío, para sujetar tu corazón,
o sus besos intentaban simular los míos en las noches de pasión.
Comprendo que por darle rienda suelta a tu corazón,
terminé pagando con lágrimas lo que solo Dios sabe por qué pasó
por no medir los riesgos, es que ahora caigo derrotado de dolor.
No pretendo ofenderte ni hacerte un reproche sin razón,
eres dueña de un cuerpo que es digno de lujuria y de pasión,
afortunadamente aún soy el dueño de tus besos, tu piel y corazón.
Mi majestuosa mujer que un día descubrí que tenía otro amor,
otro sentimiento vivo que comenzaba a nacer mientras moría mi amor,
por suerte jamás paso a ser un sentimiento fiel o de sexo sin control.
Cobrar con traición lo que en un pasado causó tanta desazón,
no es opción, ya que actualmente eres mi presente y mi razón,
duele, lastima sin control, pero tu experiencia no es en vano corazón.
Deseo que aprendas que la confianza es un tema de los dos,
que, para olvidar, se debe de hacer un mayor esfuerzo en el amor,
para poder trascender es mejor no volver a hablar de lo que pasó.
Copyright 2012-09-12 Alejo is FeniX