Ella jamás comprenderá que:
ternura a los ojos suscita al llorar,
deleite en sus labios provoca al sonreír,
armonía a los oídos concede solo con hablar,
calidez al respirar difunde con su tenue suspirar,
fogosidad en su piel disipa con gran sensualidad.
En cambio, el siempre recuerda que:
lucidez a sus ojos produce ella al despertar,
satisfacción a sus labios gesta siempre al besar,
placer a sus oídos induce siempre al murmurar,
excitación a su nariz aviva ella al transpirar,
lujuria a su piel incita con su delicado caminar.
Al final, cada cual:
ansiaría verse a la luz de una nueva mañana todos los días,
anhelará opacar las lágrimas que fluirán como lluvia por cada antipatía,
ambicionará concebir sus labios acompañados de posibles travesías,
alucinará entregase a la aventura de escuchar sus voces a cada día,
deseará ocultar las penumbras en las noches mágicas de fantasía,
sucumbirá por entregar el corazón hasta el final de esta compleja poesía.
Temerán olvidar el significado memorable que incurrirán en acciones a escondidas,
sucumbirán de dolor el día que sus ojos se pierdan en alguna otra utopía,
desfallecerán de angustia al saber que una espina doblegaría el rumbo de su alegría,
menguarán de inestabilidad cuando el deguste de su besar se opaque de inseguridad.
Inmensas angustias de lo cotidiano escapan siempre de lo lógico por la rutina,
perdurables voces a través del silencio sesgan los más preciados tesoros y gritan;
más que sentidos, son eventos sobrenaturales de vidas ocultas en la lejanía.
Copyright 2010-03-30 Alejo is Fenix