La dueña de mis versos no ha llegado aún,
la espero como un loco, sé que un día llegará.
Las heridas de viejos amores no han querido sanar,
los labios yacen marchitos por no poderte encontrar.
Cómo hacer para hallar aquella que me colmará de felicidad,
con quien pueda cercar y fundir un idilio mágico de divinidad,
presiento que muy pronto a mi vida has de llegar,
tú, la que cerrarás mis heridas con un amor incondicional.
Sollozan mis manos porque a mi lado no estás,
mi esperanza tiene su último suspiro de credulidad,
sé que algún día vendrás, musa de mi corazón,
los pájaros cantarán a tu bienvenida,
sol y luna danzarán por la futura ocasión.
¡Sé que llegarás!
La noche se vestirá de fiesta para los dos,
envueltos en un crepúsculo de adoración
donde solo Dios será testigo del inmenso amor.
Copyright 2014-09-05 Alejo is FeniX
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